El diván de Freud parte fundamental de una técnica

El diván de Freud es quizá uno de los símbolos más emblemáticos del psicoanálisis que vemos en algunos memes o haciendo referencia al tipo de consulta psicoanalista clásica. Sin embargo, este diván tenía un por qué, un para qué terapéutico que si se comprende puede dar lugar a un próximo revuelo de la psicología.

En sus primeros ensayos vemos cómo Freud echa mano del método catártico propuesto por Breuer con el que comparte sus estudios y teorías iniciales en un trabajo que hicieron como una especie de colaboración.

Este método consistía (probablemente haga un artículo después profundizando un poco más sobre él y sobre otro método llamado Descarga por elaboración asociativa que para mí da origen a muchas otras teorías psicológicas en muchos casos sin reconocer el aporte tan valioso de Freud a las mismas… pero esto es harina de otro costal así que seguiré hablando del costal de éste artículo: El Divan de Freud), prosigo, éste método consistía en la hipnosis como medio para lograr que el paciente 1 recordara y 2 expresara el evento que causó el trauma psíquico para finalmente 3.- pudiera reaccionar ante él y quitarle el afecto dado en el primer evento e incluso en los eventos secundarios. Te recomiendo leer el artículo que escribí sobre esto: “Trauma psíquico por no reaccionar

A pesar de que Freud estaba convencido de la utilidad de la hipnosis para lograr tal cometido, la práctica comenzará argumentarle la ineficiencia del método en cuanto a algunas metas que nuestro protagonista tenía: La durabilidad del tratamiento y la posibilidad de aplicarlo a todos los pacientes que lo requería.  

En el caso de Emmy (HISTORIALES CLÍNICOS 1895 capítulo del Ensayo Estudios sobre la Histeria) vemos como Freud hace algunas afirmaciones que reflejan su duda sobre la hipnosis (sugestión) como un método terapéutico aplicable en todos los pacientes y todos los casos:

  1. “los relatos hechos por los enfermos en la hipnosis carecían, cuando eran incompletos, de todo efecto curativo”
  2. “La sujeto, que conservaba tan tenazmente sus síntomas contra toda sugestión, y sólo los abandonaba ante el análisis psíquico o la convicción, se mostraba, en cambio, docilísima cuando la sugestión versaba sobre temas carentes de relación con su enfermedad”.
  3. “Un cerebro del que fuese posible hacer desaparecer por medio de Ia sugestión consecuencias tan justificadas de intensos procesos psíquicos sería verdaderamente patológico”.
  4. “surgieron en mí importantes dudas sobre la exactitud del principio de Bernheim: «Tout est dans la sugestion», y de la deducción de Delboeuf, su ingenioso amigo: «Comme qu’il n’y a pas d’hypnotisme.»
  5. “El resultado terapéutico fue, en general, muy considerable, pero poco duradero, pues dejó intacta la capacidad de la paciente para volver a enfermar bajo la acción de nuevos traumas. Aquel que quiera emprender la curación definitiva de una tal histeria habrá de penetrar en la conexión de los fenómenos entre sí más de lo que yo intenté.”

Pero me preguntarás… Kenny pero ¿no ibas a hablar del Divan? Si… a eso voy…

Freud sustituye el método de la Hipnosis por otro método en el que utiliza el Diván como herramienta

Es luego del caso de Emmy cuando Freud expone el caso de Myss Lucy (culpable del uso del Divan según lo que puedo imaginar) cuando éste se enfrenta a una paciente no hipnotizable y Freud se ve obligado a repensar el objetivo de la terapia más allá de la técnica.

Es decir, volver sobre sus pasos y entender que la técnica no hace la teoría…

“Miss Lucy R. no caía en estado de sonambulismo al intentar con ella la hipnosis. Así, pues, renuncié al sonambulismo y llevé a cabo todo el análisis hallándose la paciente en un estado que, en general, se diferenciaba quizá muy poco del normal.”

Sigmund Freud. Sigmund Freud: Obras Completas (biblioteca iberica) (Spanish Edition) (p. 167). Wisehouse Classics. Edición de Kindle.

“abandonaba aparentemente el hipnotismo, exigía tan sólo la «concentración», y como medio para conseguirla, ordenaba al paciente que se tendiese en un diván y cerrase los ojos.”

Sigmund Freud. Sigmund Freud: Obras Completas (biblioteca iberica) (Spanish Edition) (p. 168). Wisehouse Classics. Edición de Kindle.

“Pero al renunciar al sonambulismo, renuncié quizá también a una condición previa, sin la cual parecía inutilizable el procedimiento catártico, fundado en la circunstancia de que en el estado de ampliación de la consciencia disponían los enfermos de ciertos recuerdos y reconocían ciertas conexiones, inexistentes, al parecer, en su estado normal de consciencia.”

Es gracias al mismo Bernheim que Freud comienza a darse cuenta que el estado de sonambulismo producido por la hipnosis profunda no era la única manera de acceder a esos recuerdos olvidados y cita (como es característico de Freud tanto para criticar una postura como para decir de dónde ha salido alguna idea) a Bernheim de la siguiente manera:

“la demostración de que las reminiscencias del sonambulismo sólo aparentemente se hallaban olvidadas en el estado de vigilia, y podían ser despertadas en éste mediante una ligera intervención del hipnotizador.”

Sigmund Freud. Sigmund Freud: Obras Completas (biblioteca iberica) (Spanish Edition) (p. 168). Wisehouse Classics. Edición de Kindle.

“decidí adoptar como punto de partida la hipótesis de que mi paciente sabía todo lo que había podido poseer una importancia patógena, tratándose tan sólo de obligarla a comunicarlo. De este modo, cuando llegábamos a un punto en el que a mis preguntas: «¿Desde cuándo padece usted este síntoma?», o «¿De dónde procede?», contestaba la sujeto: «No lo sé», adopté el procedimiento de colocar una mano sobre la frente de la enferma, o tomar su cabeza entre mis dos manos, y decirle: «La presión de mi mano despertará en usted el recuerdo buscado. En el momento en que las aparte de su cabeza verá usted algo o surgirá en usted una idea. Reténgalo usted bien, porque será lo que buscamos. Bien; ahora dígame lo que ha visto o se le ha ocurrido.» Las primeras veces que empleé este procedimiento (no fue con miss Lucy R.) quedé yo mismo sorprendido de comprobar que me proporcionaba, realmente, lo buscado; y debo hacer constar que desde entonces no me ha fallado casi nunca, mostrándome siempre el camino que debía seguir mi investigación y haciéndome posible llevar a término todo análisis de este género sin necesidad de recurrir al sonambulismo. Poco a poco llegué a adquirir una tal seguridad, que cuando un paciente me manifestaba no haber visto nada ni habérsele ocurrido cosa alguna, le afirmaba rotundamente que no era posible. Seguramente habían tenido conocimiento de lo buscado, pero lo habían rechazado, no reconociéndolo como tal.”

Sigmund Freud. Sigmund Freud: Obras Completas (biblioteca iberica) (Spanish Edition) (p. 169). Wisehouse Classics. Edición de Kindle.

El Diván de Freud una pieza clave para este método

Que como vemos consistía lograr la concentración y la relajación en el cual se mantenían los ojos cerrados para que en un clima de confianza el paciente pudiera comunicar aquellos recuerdos aparentemente olvidados por la consciencia…

Pero era ¿colocar la mano en la frente de aquél paciente recostado y relajado en un Divan un acto de magia?

Lo que pienso del método del diván de Freud

A mi juicio no lo era…

“«La presión de mi mano despertará en usted el recuerdo buscado. En el momento en que las aparte de su cabeza verá usted algo o surgirá en usted una idea. Reténgalo usted bien, porque será lo que buscamos”

Estas palabras lo que probablemente hacían en la persona era darle la herramienta a partir de la confianza previamente ganada por el analista, de expresar cualquier evento simbólico o no que permitiera el punto de partida para el inicio de la interpretación.

El paciente allí acostado probablemente deseaba la curación tanto como la esperaba Freud. Y los recuerdos reprimidos buscan desesperadamente emerger a la consciencia.

El estado de concentración y de relajación proporcionaba un estado de paz al consciente que de alguna manera impedía el saboteo… el estado de relajación proporcionaba lo que muchas veces se consigue en los estados de meditación en los que la tranquilidad propicia la comunicación simbólica o no simbólica

Esto explica lo que para Freud fue un descubrimiento… “quedé yo mismo sorprendido de comprobar que me proporcionaba, realmente, lo buscado; y debo hacer constar que desde entonces no me ha fallado casi nunca, mostrándome siempre el camino que debía seguir mi investigación y haciéndome posible llevar a término todo análisis de este género sin necesidad de recurrir al sonambulismo”

“Así, pues, al paciente que no puede recordar en qué año, mes y día se desarrolló determinado suceso, le vamos diciendo sucesivamente los años de que puede tratarse, los nombres de los doce meses del año y las treinta y una cifras de los días del mes, asegurándole que al llegar la cifra verdadera se abrirán sus ojos automáticamente o sentirán que se trata de lo buscado.”

Sigmund Freud. Sigmund Freud: Obras Completas (biblioteca iberica) (Spanish Edition) (p. 170). Wisehouse Classics. Edición de Kindle.

¿Por qué?

Porque (repito a mi juicio) el hablar en estado meditativo es una ayuda a la hora de evadir las resistencias de la consciencia.

¿Alguna vez has realizado una meditación guiada y narrado a otra persona lo que vez o respondido preguntas para tomar apuntes que te aclaren algún suceso o evento?

¿Has practicado la técnica del Focusing en la que el psicoterapeuta te lleva a un estado de relajación y concentración para enfocarte en una sensación, emoción y hacerte preguntas ante las cuales respondes para comprender lo que ésta tiene para decirte sin el saboteo o resistencia de tus propios pensamientos?

Si la respuesta es que sí entonces comprenderás lo maravilloso de éste diván y de ésta técnica propuesta por Freud en el año 1895

Probablemente después de tantos años… esta podría ser una buena investigación para la psicología.

Aquí te dejo un enlace por si quieres ver el Diván original… si… ese mismito que esconde tantos secretos aún de cada uno de sus pacientes.

Imagen destacada de Rudy and Peter Skitterians en Pixabay

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