Ausencia de padre o madre: los 3 errores que la originan
«La ausencia de padre o madre no se refiere únicamente a la ausencia física sino a la ausencia de lo que implica el rol de la paternidad o maternidad.»
Qué es un Padre o Madre Ausente?
Los Padres ausentes o ausencia de Padre o Madre:
Según Aquilino Polaino-Lorente, en su libro Fundamentos de Psicología de la Personalidad, la ausencia de cualquiera de las figuras materna o paterna puede traer consecuencias graves en el desarrollo del niño. “Polaino Lorente, (1993) se refiere al “Síndrome de Padre ausente” definiéndolo como el conjunto de privaciones afectivas, cognitivas, físicas y espirituales que sobrevienen al hijo como consecuencia del vacío que se opera en las relaciones “paterno-filiales”. Polaino-Lorente (1993) expone que tras esta ausencia de las figuras materna o paterna, el individuo tiende a buscar un sustituto. “Lo que se llama “imagen vicaria de la paternidad” es el padre sustituto convertido en el punto de referencia de esos hijos, cuya identidad no está aún consolidada.
Vayamos por parte y aclaremos un poco los términos para poder profundizar en este tema:
La ausencia de un padre o de una madre no se refiere únicamente a la ausencia física sino a la ausencia de lo que implica el rol de la paternidad o maternidad.
Es por ello que encontramos el Síndrome de Padre Ausente en personas que han vivido toda su infancia y adolescencia con sus figuras paternas-maternas biológicas y no lo encontramos en algunas personas que efectivamente no tuvieron la presencia física de alguno o ambos de sus padres.
Esto se debe a que cuando expresamos la palabra ausencia nos referimos
- a la privación afectiva (cuando no experimentamos la sensación de afecto de alguno de nuestros padres),
- la ausencia de aprobación materna o paterna (cuando no nos aprueban o nos felicitan o nos hacen saber que hicimos las cosas bien, cuando no se nos aplaudieron nunca los aciertos y los éxitos),
- a la existencia de necesidades físicas o básicas frente a la mirada desinteresada de nuestros progenitores (cuando papá o mamá pareciera que no le importa que el hijo se vista, se acobije, coma o no coma… cuando se desentiende del compromiso de manutención por cualquier causa.
Cómo hemos visto la ausencia de Padre o Madre puede ser experimentada si cometemos uno de estos 3 errores:
La privación afectiva como un síntoma de ausencia paterna o materna
Si detallamos cada una de estas tres características de un Padre Ausente nos damos cuenta que para que éstas sucedan no es indispensable que mamá o papá no vivan con nosotros…
¿Cuántas veces nos enfrentamos a la experiencia propia o ajena de ver a un niño que no encuentra oídos en uno de sus padres cuando algo le sucede, cuando quiere contar algo que le pasó en el colegio, cuando al caerse quiere un abrazo?
¿Cuántas veces no vemos a papá tan “cansado” como para compartir afecto con el niño o a mamá tan atareada con las responsabilidades o tan amargada con sus problemas o depresiones que no le presta atención a la necesidad afectiva del hijo?
Ambos pueden estar y ser figuras completamente ausentes en la vida de ese hijo por el cual trabajan tanto!
Ya el mismo Aquilino Polaino nos advierte que culturalmente se nos enseña que el rol de papá o mamá es el de ser sustento o cuidado físico del hijo, que se nos enseña a preocuparnos de si el niño tiene la ropa sucia o no por ejemplo, nos desvivimos por enseñar normas posiblemente y se nos olvida una cosa realmente importante: Somos los padres los que nutrimos o debemos nutrir la vida afectiva de ese hijo que hemos traído al mundo.
Aprendemos de mamá y papá a sentirnos queridos, a saber cómo se siente que lo quieran a uno, que se preocupen por uno, que alguien se mueva con nuestros asuntos… es decir, aprendemos a amar y a ser amados y esto se hace experimentando el amor en carne propia mientras se cubre esta sensación afectiva de nuestros progenitores.
La ausencia de aprobación materna o paterna
La aprobación materna o paterna es tan importante como los valores que nos inculcan. El saber que algo está mal o que no se debe hacer es importante… pero saber que algo está bien y que si se debe hacer o que si lo puedo hacer (de empoderamiento) es tan o más importante que lo primero.
Estamos acostumbrados a vivir en una sociedad en la que debemos tener una alta autoestima, una gran seguridad en nosotros mismos e incluso tenacidad para poder ser exitosos.
Se nos criticará lo malo y no se nos tomará muchas veces en cuenta lo bueno… pero es aquí donde entra la figura materna y la figura paterna en los primeros años de nuestra vida.
Cuando hemos contado con la suficiente aprobación… sentiremos o seremos capaces de sentir esa palmada en la espalda, esa sensación de auto-satisfacción interna que nos dice que todo está bien… que lo hemos hecho bien y que si seguimos lo vamos a lograr…
Es como una vocecita interior que será capaz de darnos ánimo en los momentos más difíciles…
Pero sabes de donde viene en su mayoría de las veces esta vocecita? Es una réplica de aquellas aprobaciones iniciales de mamá o papá (o de los sustitutos maternos o paternos) que tuvimos cuando éramos pequeños… tan pequeños, que posiblemente ni lo recordamos.
Lo triste del caso, es que la mayoría de nosotros escuchamos en momentos de error no el ánimo para volverlo a hacer sino que pareciera que nos decimos a nosotros mismos que no servimos para nada, que nunca se nos ocurre nada bueno, que somos malas personas, bien hecho, lo tengo merecido, por bruto, confiado, etc, etc, etc…
Y saben de dónde vienen estas auto-reprimendas nada constructivas y que denotan baja auto-estima? De la réplica de la desaprobación que experimentamos cuando dábamos los primeros pasos y por ende cometíamos nuestros primeros errores en la vida…!
Pero tengo que vivir sin papá o sin mamá para experimentar esto? Saben que no… saben que la mayoría de las veces no tenemos aprobación a pesar de estar con mamá y papá la mayor parte del tiempo… Lamentablemente.
La mirada desinteresada de nuestros progenitores
Vamos al punto… muchas veces vemos o presenciamos la irresponsabilidad paterna o materna en la crianza de los hijos… unos se escudan en que la esposa pide mucho y la mujer se esconde en la dependencia a lo que el hombre debe o no debe dar…
Papá o mamá pretenden torturar al otro con las necesidades de sus hijos en los problemas conyugales sin darse cuenta que el daño real se lo hacen al hijo y no a ellos…
Cuando papá se lava las manos y no da aquel apoyo económico a los hijos pues sencillamente está generando en ellos la consciencia de carencia, la sensación de merecimiento de la pobreza (en el mejor de los casos) o sencillamente lo está impulsando a una vida llena de envidia o privaciones…
Cuando mamá se lava las manos con la finalidad de generar culpa al padre: “mira como tienes a tu hijo, descalzo o con hambre o sin cuadernos o mal vestido” le está enseñando a su hijo a dar o a experimentar lástima de sí mismo, a auto-compadecerse en lugar de tomar la iniciativa para resolver sus problemas… es decir lo está enseñando a ser reactivo y DEPENDIENTE.
Cuando papá le da todo al hijo, sin condicionar aquello que le da, le está enseñando a ser irresponsable, a no ganarse las cosas, a no luchar por lo que necesita, a no valorar…
De esto podríamos hablar mucho más pero me desviaría del tema inicial… así que lo haré en próximos artículos.
Me doy por servida al mostrar las formas en que un padre o una madre pueden estar ausentes (físicamente o no) en la crianza de sus hijos.
Ahora veamos las consecuencias
Recapitulemos la teoría de Aquilino Polaino tras esta ausencia de las figuras materna o paterna, el individuo tiende a buscar un sustituto. “Lo que se llama “imagen vicaria de la paternidad” es el padre sustituto convertido en el punto de referencia de esos hijos, cuya identidad no está aún consolidada.
La consecuencia es clara… al encontrarse frente al “vacío” emocional generado por la ausencia paterna o materna real o simbólica el niño buscará efectivamente un sustituto paterno o materno que le permita crear en su inconsciente estas figuras…
El hijo delega en sus emociones, en su inconsciente este rol en otra persona (un tío, una tía, alguno de sus abuelos, un vecino) obteniendo posiblemente una imagen errónea que no bastará para cubrir las necesidades afectivas.
Consecuencias que experimenta un adulto por haber tenido un Padre o una madre ausente
Estas consecuencias no sólo se manifiestan en el niño (las que ya he mencionado) sino que en el adulto podrían presentarse de la siguiente manera de acuerdo al tipo de privación que generó la ausencia de los padres:
- Baja autoestima
- Dificultad para expresar amor sanamente
- Dificultad para amarse a si mismo
- Nos enamoraremos de personas que no nos aman o no saben expresarnos el amor (porque ese es el amor que conocemos)
- Tendencia a derrumbarse ante el fracaso
- Auto-castigo o auto-crítica
- Falta de tenacidad
- Dificultad para levantarse luego de una derrota
- Consciencia de carencia y sensación de no merecimiento
- Dependencia
- Reactividad
- Derrotismo
- Autocompasión
- Entre otras muchísimas cosas!
Es por eso que si eres padre o madre, ten presente que la presencia paterna o materna va más allá de proveer los recursos económicos a tus hijos
Y si eres un adulto y enfrentas algunos de estos problemas, posiblemente sea el momento de superar (de raíz) el vacío de ese padre ausente en tu vida.
KennyDíazH
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